La actividad como ojo externo, consiste en el apoyo creativo, análisis y asesoramiento a nivel tanto de dirección estructural como actoral, de una puesta en escena, construcción dramatúrgica, tarea de micro gestión o puesta en marcha de un proyecto.
El ojo externo puede dar claves para la creación desde cero de una pieza, ya sea dramatúrgica, visualmente o a nivel de micro gestión, o el seguimiento de un trabajo ya empezado hasta su estreno, contribuyendo a los mismos niveles.
El ojo externo, puntual, dedicado a facilitar los procesos de trabajo de otros creadores y creadoras, puede desbloquear, ayudar a estructurar o simplemente ayudar a organizar el trabajo.
A través de un número de sesiones que puedan realizarse tanto on-line como presencialmente, dependiendo de la naturaleza del proyecto, el ojo externo, es, profesionalmente, esa mirada externa que tantas veces necesitamos en el sector, cuando estamos absolutamente inmersos en un proceso, momento que, en ocasiones, genera dudas e inseguridades creativas.
Con una intervención potente y dedicada, estas sesiones pueden ayudar a resolver preguntas, plantear nuevas, y llevar una idea o espectáculo a buen puerto, o quizá, a lugares que el creador o creadora no hubiera considerado de antemano, y puedan abrir nuevas perspectivas a su carrera.